¡Me faltas muerte pues te amo!

Hoy, me faltas y pensé...¿por qué no pude mas? Y tu te largaste con mi respiración y paralizaste mis latidos. Creíste que no te sentiría. Te llevaste mi aire y hoy, me ahoga mi soledad. Quise buscarte antes...Pero ese día me quede respirando el olor de mi extasiado sueño, a fin de solo respirar..algo...

Por eso no llegue aquella mañana. Dormí después suspirando al recoger los pedazos de mi ánimo y fue así que te aclame de madrugada.Tu adiós hoy me hace más daño que el día que te fuiste. Cuando partiste, fracción de mi te aborrecía. Pero hoy, hoy me torturan los buenos recuerdos de nuestro pasado taciturno.Y ya de tanto extrañarte siento oxido alojado en mi cordura. Hoy, solo pido soñarte un poco más.

Hoy todo duele.

Mi pena ya sonríe pues sabes que amo sufrir. Has tardado tanto. No te veo desde la luz blanca de abril, pero esta vez, solo esperare un acorde menor para que vuelvas, pues sin ti soy solo una gota que tiembla... y cae.

Gotas... gotas de mi canto mutilado.

Y de mis ojos caen ya migajas de la llamada soledad, chorrean mis sueños y se escurren setenta y nueve de ellas por mi sombra de humo púrpura. Mojan mi almohada.

Hoy, estoy húmeda de angustia, y entiendo ya porque le llaman ahogo. El rocío de mi abatimiento, va llenando mi alcoba, casi no puedo respirar y lo bebo, para no sentir sed y hastío. Y el aguacero sigue fluyendo en mis alucinaciones.

Creo que por fin muero... Ojalá.

Si ven. Ven porque mis noches se han hecho cortas sin ti, y sabes que la luz lastima. La música se apaga... así como tu presencia junto a mi.Te he visto deshacerte de mi corazón, dejarlo caer de entre tus manos sin escuchar ese llanto rojo que reclama tu adiós. Este corazón se desangra, y no es el mismo triste desde que no estás.

Hoy, cambio miedo por libertad.

Te deseo aquí, como he deseado que la oscuridad me llame por mi nombre. Salgo a la ventana por donde se asoma, y ella, se deja tocar. No es como tú, tu amor, solo perfuma mis madrugadas.En épocas de suicidio, solo tu voz me regresa a esta rancia realidad. Ansío perderme en la negrura del dolor... pero tu maldita voz me despierta. Dices que vienes y no llegas, y yo, yo no he muerto por esperarte. Hoy lloro extrañando el silencio, y tu delicado tono en mis oídos me regresa. ¡Calla!.

Hiéreme más, lastímame para escribir de ti, pues mis rimas fenecen. Regresa. Regresa y vete una vez mas para que el dolor de tu fuga vuelva a traerme inspiración. ¡Duéleme mas!.Creo que por fin llega la noche con mi dosis de calma. Por la ventana veo a la ansiedad asechando, y en la esquina el insomnio me vigila. Ambos esperan que intente dormir para emboscarme. Y yo sigo esperándote igual que te espera la pobre eternidad cansada ya de ver pasar oprobios por el mundo.

Mi voluntad siempre amanece llena de hollín ¿por qué acostumbra dormir en la suciedad y regresar tiznada?Y tu, ¿Qué quieres? Has enamorado mi esencia como cuando Dalí sedujo mis ojos. Y si Dalí se suicido en bosquejos, yo quiero entregarme en ansias, para ti.

Hoy, se me antoja un camino largo, sin una luz que me acompañe. Se me antoja dejar que el invierno muerda mi piel, para que valga la pena encontrarte...

Ya recuerdo como lo nuestro nació de un incidente incauto. Música en el aire, murmullos de fragancia, albores de luna... Tu sombra llegó y la seguí para perderme con ella.Hoy el tiempo me envenena, los segundos me están destruyendo. Mientras te espero, me quedare fumando mis insomnios y bebiendo mis ansias...

Lorena Arriaga.