sábado, septiembre 15, 2012

El llanto y el péndulo.


Es aquí.

No quiero ir más allá, pasar esa línea de límites, límites…

Límites…

Parece un temblor, el suelo no desaparece, se convierte en arena movediza mientras alguien ríe de mí.

Corro en tacones por la calle mojada. Sofocada y empapada de lluvia y lágrimas. Pero tu saliva desapareció de mi piel mucho antes que las campanas sonaran y lograran estresar a las puertas que se deshacen como aserrín al ritmo del reloj de pared. Ese reloj y su péndulo tenebroso que flota porque es libre y flota porque en realidad él no depende del tiempo.

Toma tus cosas y vete lejos. Cuando no estás todo es tranquilidad y lo comprendo todo…por un momento…

Tiempo.

Y detrás de ti sobrevive a pesar de tus lamentos. Tu vida es irreversible. ¿Acaso volví y cometí un gran error? No. No pude volver. El tiempo se eleva y de repente ya era yo una más de sus manecillas.

No hay comentarios.: