

Olvide el incienso en tu casa
Te deje las llaves en el comedor
Pero también se quedo mi memoria
Y hasta olvide apagar el televisor.
Olvide mis ansias, mis ganas.
Y dejé mis noches en tu colchón.
Te quedaste con mis mañanas.
No recuerdo donde guarde la razón.
Lorena Arriaga.
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